Inicia un nuevo año y con él las expectativas de los sueños y propósitos que se desean alcanzar. Algunos quieren adquirir una casa, los que anhelan un auto, los que desean bajar de peso, quienes persiguen un título profesional. Para conseguir las metas, es necesario contar con un plan de acción, pues de otro modo, todo esto no sería más que simples deseos. Si quieres conseguir algo, debes definir claramente los objetivos y elegir el mejor camino para acercarte a ello.
En muchas ocasiones las personas inician su año laboral o académico, sin un plan, y conforme van pasando los meses sólo reniegan que nunca tienen tiempo para realizar sus actividades o que no disponen de los recursos necesarios para desarrollar efectivamente sus compromisos. Se sumergen en una zona de confort, bajo un modelo mental que les impide su crecimiento y desarrollo; cuando ven llegar el fin de año, buscan ayudas por todos lados y desean conseguir en un mes lo que no pudieron hacer en once, situación que les genera estrés, inseguridad, frustración y miedo. Para evitar todo esto, es necesario comenzar el año con un buen plan de acción que nos oriente y encamine a materializar lo sueños que buscamos.
Un plan de acción es una herramienta de planeación útil a la hora de gestionar, controlar y optimizar el desarrollo de las tareas. El fundamento de un plan de acción son las estrategias y objetivos que se van trazando con la finalidad de obtener una meta deseada. Al contar con un plan, poseemos una ruta de acción clara que nos ayudará a enfocarnos en lo que es realmente importante; en muchos casos se erra, porque no hay una directriz, se establecen muchos objetivos que no llevan a ningún lado o en su defecto, al momento de realizar el plan no se fue lo suficientemente sincero y coherente en el establecimiento de las acciones o pasos a seguir, por ello a la hora de realizar un plan de acción es importante que éste posea las siguientes características:
- Objetivos: Nos ayudarán a definir las metas específicas que deseamos alcanzar. Estos objetivos deben ser específicos, medibles, racionales y a un tiempo determinado.
- Recursos: Debe contener la cantidad de recursos necesarios para el desarrollo de las tareas junto a su distribución correcta y eficiente.
- Plazo: Todo plan de acción debe tener un plazo determinado, es decir, una fecha de inicio y terminación. Sin esto, la consecución de la meta se puede tomar de forma muy flexible y sin compromiso alguno.
- Ajustes: A medida que avanza el tiempo, es necesaria la retroalimentación y el control sobre todos los objetivos; por lo tanto, de ser necesario se pueden incluir cambios en los mismos.
Habiendo analizado esta información ¿Crees importante contar con un plan de acción? De ser así, de invitamos a contactarnos, contamos con cursos, diplomados, certificaciones y procesos que han de ayudarte a lograr tus objetivos.